lunes, 24 de mayo de 2010

Pequeñas Lecciones de Erotismo...




Recorrer un cuerpo en su extensión de vela
es dar la vuelta al mundo,
atravesar sin brújula la rosa de los vientos,
islas, golfos, penínsulas, diques de aguas embravecidas.
No es tarea fácil -si placentera-
no creas hacerlo en un día o noche
de sábanas explayadas.
Hay secretos en los poros para llenar muchas lunas.



El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado.
Encuentras un astro y quizá deberás empezar
a corregir el rumbo cuando nube huracán
o aullido profundo
te pongan estremecimientos,
cuenco de la mano que no sospechaste.



Repasa muchas veces una extensión;
encuentra el lago de los nenúfares,
acaricia con tu ancla el centro del lirio.
Sumérgete, ahógate, distiéndete
No te niegues el olor, la sal, el azúcar.
Los vientos profundos
cúmulos nimbus de los pulmones,
niebla en el cerebro,
temblor de las piernas,
maremoto adormecido de los besos.



Instálate en el humus sin miedo,
al desgaste sin prisa,
no quieras alcanzar la cima.
Retrasa la puerta del paraíso,
acuna tu ángel caído,
revuélvele la espesa cabellera,
con la espada de fuego usurpada
muerde la manzana.



Huele
Duele
Intercambia miradas saliva impregnante,
da vueltas, imprime sollozos piel que se escurre
pie hallazgo al final de la pierna.
Persíguelo, busca secreto del paso forma del talón
arco del andar bahías formando arqueado caminar
gústalos.



Escucha caracola del oído
como gime la humedad,
lóbulo que se acerca al labio sonido de la respiración,
poros que se alzan formando diminutas montañas,
sensación estremecida de piel insurrecta al tacto,
suave puente nuca desciende al mar pecho,
marea del corazón susúrrale,
encuentra la gruta del agua.



Traspasa la tierra del fuego la buena esperanza,
navega loco en la juntura de los océanos,
cruza las algas, ármate de corales, ulula, gime,
emerge con la rama de olivo,
llora socavando ternuras ocultas,
desnuda miradas de asombro,
despeña el sextante desde lo alto de la pestaña,
arquea las cejas abre ventanas de la nariz,



Aspira, suspira
muérete un poco,
dulce, lentamente muérete,
agoniza contra la pupila, extiende el goce,
dobla el mástil, hincha las velas,
navega, dobla hacia Venus
estrella de la mañana,
-el mar como un vasto cristal azogado-
duérmete náufrago.


Gioconda Belli

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