miércoles, 30 de junio de 2010

Sobran Las Palabras...


Por traidoras decidí hoy,
martes 24 de junio,
asesinar algunas palabras.



Amistad queda condenada
a la hoguera, por hereje;
la horca conviene
a Amor por ilegible;
no estaría mal el garrote vil,
por apóstata, para Solidaridad;
la guillotina como el rayo,
debe fulminar a Fraternidad;
Libertad morirá
lentamente y con dolor;
la tortura es su destino;
Igualdad merece la horca
por ser prostituta
del peor burdel;
Esperanza ha muerto ya;
Fe padecerá la cámara de gas;
el suplicio de Tántalo, por inhumana,
se lo dejo a la palabra Dios.
Fusilaré sin piedad a Civilización
por su barbarie;
cicuta beberá Felicidad.



Queda la palabra Yo. Para esa,
por triste, por su atroz soledad,
decreto la peor de las penas:
vivirá conmigo hasta
el final.

María Mercedes C.


lunes, 21 de junio de 2010

Pídeme Un Beso

Un beso de agua,
un beso de luz,
que resista los siglos y al viento,
pídeme, pídeme...







Si me metes en una burbuja,
y le pinchas con una aguja
a la altura del cielo y veo girar el mundo
en sentido inverso,
pídeme, pídeme, un beso.



Si me cruzas con tres clavos
y me conviertes en esclavo,
de las ciudades las nubes
y veo que subes sin miedo
hasta mi,
pídeme, pídeme, un beso.



Un beso de agua,
un beso de luz,
que resista los siglos y al viento,
pídeme, pídeme...



Un beso de agua,
un beso de luz,
que resista los siglos y al viento,
tu que adivinas lo que siento,
pídeme, pídeme, un beso.


Abigail


domingo, 20 de junio de 2010

El Florero de Porcelana



El Gran Maestro y el Guardián se dividían la administración de un tranquilo monasterio zen desde hacía décadas. Cierto día, el viejo Guardián murió y fué preciso sustituirlo. el Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría la honra de trabajar directamente a su lado.

- Voy a plantearos un problema - dijo el Gran Maestro -, y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo.

Terminando su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sala. Encima, puso un exquisito florero de porcelana con una preciosa rosa roja dentro.

- Este es el problema, resolvedlo.
Los discípulos contemplaron perplejos el “problema”. Sólo podían ver los diseños sofisticados de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor fresca. ¿Que representaba todo aquello? ¿Que se supone que debían hacer? ¿Cual era el enigma del que hablaba su Maestro?

Pasó el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo conteplar “el problema”, hasta que uno de los discípulos se levantó, miró al Maestro y a los alumnos, caminó resueltamente hasta el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo.

- ! Al final alguien que lo ha entendido ! - exclamó el Gran Maestro - . Tu serás el nuevo guardián !

Como a los discípulos, nos puede pasar que muchas veces no sabemos detectar cual es el problema, ya que el mismo está “disfrazado” con algo que nos atrae, nos fascina, nos gusta, pero en el fondo no deja de ser un problema.

El Gran Maestro, lo dice muy claro al plantear la situación a sus alumnos: “Voy a plantearos un problema”. Justamente el problema era el Florero, solo un único pupilo entiende la frase y elimina el “problema” destruyendo el Florero.

Este relato nos enseña que no importa cuán lindo, hermoso, fascinante sea un problema, un problema siempre será un problema y tenemos que deshacernos de él lo más rapidamente posible.

Si el problema es muy claro, es facil eliminarlo porque lo vemos claramente, pero cuando el problema está “camuflado” y nos genera cierto beneficio “virtual” o comodidad, es mucho mas dificil ser conciente del problema y menos aún eliminarlo

No importa la temática del problema, sabemos que son problemas, lo importante es saber conocer cuando tenemos que abandonar ese camino, ese problema por mas que nos atrape. “Solo existe una manera de lidiar con un problema”, “atacándolo de frente”. En esos momentos no se pude tener ninguna duda.

Así que, piensa… ¿cuantos “floreros” tienes en tu vida?



viernes, 11 de junio de 2010

Amo Todo de Tí



Amo todo de ti,
tus besos y tus penas,
tu risa que me acaricia
como brisa.



Tu mirada que desciende
por mi cuerpo,
tus dudas y tus celos,
esas palabras que no dices,
y hasta tus ganas
cuando danzan
con las mías.

Amo los cristales de fuego
de tus ojos
que al disparararse en añicos,
cortejan a los míos.



Amo ese caminar despacito y seductor,
tus sentimientos que me empapan
de caricias,
que entran y se adentran,
y solo me dejan existir
de tus ansias.

Amo ésa tu locura,
por no dejarme vivir
sin martillar con tu amor
mi alma sumergida
en el intenso calor de tus deseos.



Amo ese perfume
de esencias y de néctares..
que coronan el éxtasis de tus caricias.

Amo tu forma de amarme,
de mimarme,
estrujando tu cuerpo
en mi pócima de amor.


miércoles, 9 de junio de 2010

No Te Rindas




No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.



No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.



No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.



Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.



Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.



No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.



Porque no estás solo, porque yo te quiero.



Mario Benedetti


jueves, 3 de junio de 2010

El Caballo



Un campesino, que luchaba contra muchas dificultades,
poseía algunos caballos para que lo ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda.

Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado.

El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí.

El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación,
asegurándose que el animal no se había lastimado.

Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo,
creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate. Tomó, entonces, la difícil decisión:
Determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo.

Y así se hizo.

Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo de forma de cubrir al caballo.

Pero, a medida que la tierra caía en el animal este la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo ir subiendo.

Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino que, al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente...

¡CONSIGUIÓ SALIR!

Si estás "allá abajo", sintiéndote poco valorado, y los otros lanzan sobre tí la tierra de la incomprensión,
la falta de oportunidad y de apoyo, recuerda el caballo de esta historia.

No aceptes la tierra que tiraron sobre ti, sacúdela y sube sobre ella.

Y cuanto más tiraren, más irás subiendo, subiendo, subiendo...
Sonriendo, sonriendo, sonriendo...



 

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