Cuenta una leyenda que, una vez, una serpiente comenzó a perseguir a una luciérnaga.
Ésta huía todo lo rápido que podía con temor, pero la depredadora no pensaba desistir.
Huyó un día, dos, pero el tercero, exhausta, la luciérnaga paró y dándose por vencida,
le preguntó a la serpiente:
- ¿Puedo hacerte tres preguntas?
A lo cual, la serpiente contestó:
- No suelo dar este tipo de concesiones, pero ya que voy a devorarte, adelante, pregunta.
- Bien, -empezó la luciérnaga- ¿pertenezco a tu cadena alimenticia?
- No.- dijo la serpiente.
- ¿Te he hecho algún tipo de daño?- continuó la luciérnaga.
- No.- aclaró la depredadora.
- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
La serpiente la miró fijamente unos segundos, y finalmente respondió:
- Porque no soporto verte brillar.
MORALEJA: Elige bien la gente en la que confías...
2 comentarios:
Pues no acabo yo de pillar eso...
Habla de "La envidia", si destacas en el terreno que sea, normalmente los demás tienden a destruirte.
Solo las personas a las que realmente importes se alegrarán de tus logros.
Por eso hay que fijarse a veces en las personas que confías, para que no te traicionen si triunfas.
Espero haberlo explicado bién.
Un saludito JB :)
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