A ti, que me llevaste a descubrir
el verdadero sentido de la vida,
la dorada luz de la esperanza,
y el dulce sabor de la ternura...
A ti, que me enseñaste a amar
con la libertad a no esperar respuesta,
con valor para enfrentarme a mis miedos
y con la fé de encontrar mi paraíso...
A ti, porque contigo entendí
que ser mujer es también ser vulnerable,
que no soy el centro del universo
y que puedo equivocarme algunas veces...
A ti, que me hiciste comprender
que puedo ser fuerte cuando soy débil,
que puedo no tener todas las respuestas
y que la felicidad está en tus ojos...
A ti, dedico con gusto este poema,
mi esfuerzo por ser mejor cada día.
Mis ganas de amarte hasta que muera...
No hay comentarios:
Publicar un comentario